La turba entera de gente giró la cabeza al unísono y emprendió a la carrera una contundente estampida en pos del sufrido Frank. Éste, deseando que su pesadilla no siguiese más y convencido que lo que veía era producto de su imaginación, se quedó quieto donde estaba con los ojos cerrados, creyendo con fe que lo que sus sentidos le mostraban no era más que una vaga ilusión, producto tal vez de los estupefacientes que consumió días atrás en casa de su hermanastro Dylan.
Lamentablemente, se percató de que no era una ilusión, cuando notó la presión de un montón de manos agarrándole con fuerza de todas las extremidades. A causa del dolor que le infligieron las manos, al sujetarlo con fuerza y estirar de él, abrió los ojos, dejando escapar una gemido de dolor y angustia, a la vez que repetía una retahíla de quejas e insultos:
-¡Dejadme tranquilo, hijos de puta! ¡Me hacéis daño, mamones de mierda, desgraciados! ¡Estáis todos locos!
La multitud de extraños adeptos se llevó al joven Frank a la fuerza, trasladándolo entre todos, sujetándole con las manos por encima de sus cabezas.
Asustado y con los ojos casi saturados de lágrimas, consiguió distinguir a algún amigo y familiar entre los de la muchedumbre, que le llevaban hacia ese gran electrodoméstico colocado sobre el altar, llamado “televisor”. Una vez colocados en frente del televisor, en formación lanzaron a Frank hacia el televisor, cayendo al suelo como una piedra, justo en frente de él, a unos 30 centímetros escasos. Al unísono del enorme ruido de la caída contra el suelo, también resonó un enorme crujido, como el sonido de una enorme rama gruesa partiéndose.
El extraño conjunto de seguidores se arrodilló y prosiguieron con los rezos y alabanzas hacia ese objeto, tan común para él, pero tan especial para ellos.
Frank, recuperándose de la caída, intentó levantarse del suelo, pero fue inútil, porque volvió a caerse al apoyar la pierna derecha en el suelo, a causa del enorme dolor que sintió. En ese momento, se le escapó un grito de dolor desgarrador y acto seguido le comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos, una tras otra. Tumbado en el suelo y, literalmente, llorando como un bebe, se dio la vuelta como pudo y se inclino para observarse la pierna derecha, a la espera de que solo fuera un duro golpe o una pequeña herida abierta. Cuando observo horrorizado que tenia la pierna rota por la tibia, tenia del pie hasta la mitad de la tibia, torcido hacia el lado derecho, respecto el resto de la tibia y que en ese ángulo, había un enorme corte, del cual surgían chorros de sangre y de entre la cual pudo distinguir la punta del hueso que sobresalía de entre la carne del corte.
Entre lágrimas y gritos de dolor, vio como surgía una extraña persona de detrás del televisor, vestido con ropajes eclesiásticos, pero con el símbolo de un televisor en lugar de la clásica cruz de Cristo. El extraño sacerdote se le acerco con pasos sumamente elegantes, firmes y respetuosos. Cuando alcanzó al muchacho, se detuvo frente a él y con voz sonora y manteniendo un tono grave le dijo:
-¡Siento en tu mirada un enorme miedo! ¡Sé el porqué de ese miedo! ¿¡No estás donde te corresponde, verdad!?
El joven Frank entre lágrimas, con voz temblorosa y apagada le contestó:
-¡Yo sólo quiero volver a casa! ¡Sólo quiero despertarme y que todo vuelva a ser normal, que todo sea como antes!
El sacerdote alzó sus manos y las dirigió hacia el televisor, del cual apareció una imagen, era una imagen oscura de la cual no se distinguía lo que contenía, hasta que Frank, a los 30 segundos escasos de observarla, se dio cuenta de que esa imagen correspondía a su habitación, que estaba a oscuras. Parecía que hubiera alguien en ella, parecía que había alguien tumbado en la cama, arropado con las mantas, pero con tanta oscuridad no conseguía distinguir quién era, le recordaba a alguien familiar, pero no le veía bien.
En ese momento, el sacerdote, agarró a Frank por la parte posterior del cuello y lo arrastró hasta la pantalla, estampando su cara contra ella. Mientras hacia fuerza con las dos manos con la cabeza de Frank contra la pantalla, como si intentara que traspasara el cristal, recitaba una serie de plegarias desconocidas para Frank y las cuales no podía entender a causa del estado de shock en el cual se encontraba a causa de esa situación. Sólo sentía un enorme dolor en el cuello y cabeza, a causa de la presión que ejercía el sacerdote sobre él, también en la pierna derecha a causa de la espeluznante rotura y un enorme dolor en la cara, mientras notaba y veía con el ojo derecho como le rodaba por la cara, desde la ceja derecha, un hilo de sangre, probablemente de haberse partido la ceja a causa del enorme impacto contra la pantalla. Se estaba manchando la cara y la pantalla de sangre, de su propia sangre. En ese momento sólo intuyó el final de sus días, hasta que al final se desmayó.
Al despertar, lo primero que hizo fue incorporarse rápidamente. Se dio cuenta de que estaba sentado frente a su ordenador y que tenía la cara y las manos marcadas por las teclas. Se había quedado dormido en frente del ordenador.
En la pantalla sólo aparecía su personaje de un juego, al que recordaba estar jugando antes de los extraños sueños, estaba muerto en el suelo, con un mensaje en la pantalla “GAME OVER”. En ese momento recordó a la persona que estaba durmiendo en su cama y la reconoció: era él durmiendo.
Pensó que todo el sueño simplemente eran pesadillas que creó su cerebro en forma de sueño, basándose en ese juego de ordenador y su entrono social (casa, familia, amigos, calles conocidas, objetos, etc.).
-Tengo que dejar de jugar hasta tan tarde a este juego, me provoca pesadillas.
Se dijo a sí mismo, soltando una pequeña risita, acto seguido.
-¡Por fin desperté y acabó todo! - exclamó aliviado, pero no duro mucho su alivio, cuando de repente notó un pequeño cosquilleo en la ceja derecha, la cual se tocó y al mirarse la mano después, observó una pequeña mancha de sangre -.¡¡¡Dios no puede ser!!!
Pero se calmó a sí mismo, diciéndose que seria del golpe que se debió dar en la ceja al caerse sobre el teclado del ordenador al dormirse.
-¡Debe ser por eso que he tenido ese extraño sueño!
Pero surgió otro problema al levantarse de su escritorio, notó cierta molestia en la pierna derecha y al agachar la cabeza con un miedo invadiéndole el cuerpo, observó horrorizado que tenia la tibia del pie derecho vendada.
-¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh!
Gritó con el pánico invadiéndole y acelerado pulso. Salió corriendo de su habitación, cojeando, como pudo, en busca de su hermana y de sus padres. Pero por desgracia, observó horrorizado que no estaban ni sus padres ni su hermana.
Volvió a su habitación, buscó su chaqueta y sus llaves y salió, medio corriendo medio cojeando, a la calle. Con el pulso muy acelerado y el cuerpo tembloroso comenzó a bajar las escaleras, tropezando continuamente a causa de los nervios y el dolor de la pierna, hasta que llegó a la puerta de la calle y justo al coger el pomo para abrirla, vio como se abría de golpe, asestándole un duro golpe en la cabeza.
Al volver a despertar estaba tumbado en el sofá de su comedor, con una toalla húmeda en la frente, justo encima de un enorme chichón que tenia en ella. Su madre se acercó a él, mostrando una cara de enorme preocupación, junto con su padre, en el mismo estado.
-¡Perdóname hijo! No sabía que estabas detrás de la puerta.
-¡Sí, hijo, perdona a tu padre, fue un descuido! ¡Marta! ¡Ven aquí a disculparte con tu hermano! ¿¡Ves lo que pasa si distraes a tu padre mientras abre la puerta!?
-¡Te compadezco hermanito! ¡Mira que eres torpe! ¡Jajajajajajajajajajja!
Mientras su padres se marchan a la cocina a preparar la cena, su hermana empieza a reírse sin parar, pero no le importa, deja un suspiro de alivio porque por fin está en casa, ya dejó de soñar, por fin se acabo esa pesadilla! ¿O quizás no, quizás esto sólo sea una parte más de la pesadilla?
Ares
21 agosto 2007
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3 comentarios:
olaaaaaaaaa !!!!
les quedo muy bien
me ha gustado muchisimooo
me los lei todos
que buena idea esto
y la historia genial
quedo bastante buena
los felicistoooo !!
que buena imaginacion
busquen un buen titulo
byebye
Finalmente no quedó tan mal, creo que deberíamos hacer una segunda ronda y continuar el cuento a ver hasta donde lo llegamos.
Si la decisión es dejarlo como está, propongo el título de "Otros sueños"
Saludos
Chilenomaldito
Me parece un buen título, aunque no me acaba de convencer del todo :S
Veamos que opinan los demás.
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